Todo había cambiado, ya no tenían ese sentimiento de extrañar al otro, no.. Era necesidad..
Necesidad de esa compañía, de esos besos, de esas manos, de esas caricias, de todo eso que en realidad ya no tenían!
Una
noche juntos, se había transformado en un descargo de lujuria y amor,
archivados solo para el otro.. Era sentir como de pronto se vuelve
habitable lo deshabitado y como después de una tormenta, al llegar el
día, vuelve a salir el sol..
Era el plumero perfecto para su
telaraña; la cura para esta terrible sensación de miembro fantasma..
Era
lo soñado, lo deseado por tanto tiempo, tantos años.. El momento del
encuentro; el fin de la soledad; el final del incendio forestal
agraciado por una fuerte tormenta; era un nacimiento por cesárea...
Era tan sutil, tan intenso, tan agradable, tan incierto, tan propio, tan perfecto.. Y su único defecto es que "era"...
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