viernes, enero 13, 2012

Comienza el derrumbe...

Ya no era tristeza, era hastío.. El no miraba de la misma forma, y yo siempre tenia alguna culpa que cargar.. Poco a poco todo se fue desgastando.. Los besos, las ganas, los huesos.. Y aquello que alguna vez resulto tan bonito y preciado, de a poquito se extinguía...
Hubiese querido no estar ahí para verlo, pero estaba pasando y no hallaba forma alguna de frenarlo.. Todo se iba fundiendo en colores agrestes; amargos resultaban los momentos de silencio.. Y su mirada no era la misma.. 
De momento a momento el amor era dolor, ese dolor odio, ese odio resignación, y la piel terminaba sangrando.. Moría por tocarlo, pero sus espinas resultaban hundirse demasiado en mi piel... Ardía su veneno, y a veces, el dolor llegaba a ser insoportable.. En los momentos donde creía poder, su frialdad resultaba tan inmensa que mi calor era imposible de sostener... Y cada vez que una palabra salia de su boca, en vez de aliviar la agonía solo destruía un poco mas la coraza... El cristal día a día se veía mas frágil, y cada soplo de aire amenazaba con quebrarlo..
A veces las heridas sanaban, otras tantas volvían a sangrar.. Y cerraba los ojos, intentando justificar el horrible final..
Y mientras mas cerca se veía, mas lejos parecía.. Nos amábamos, era claro.. pero era justo cruzar este inmenso océano a nado, para quizás no encontrar isla donde naufragar? 
Era justo este sacrificio humano por este Dios escéptico? La duda proseguía.. aumentaba unas veces, crecía y decrecía.. iba desde la cresta de la ola, hasta la mas ínfima de las vibraciones oceánicas y profundas... Y la bola seguía girando, eternamente así...

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